Lo mejor de la derrota
A los derrotados: todos nosotros.
Mataron lo que había.
No dejaron nada,
nada dejaron los traidores
-ni pequeñas gotas de esperanza
que sirvieran de rocío
a los más optimistas corazones-
Y no hubo vítores a los héroes.
Y no hubo alabanzas a los guerreros victoriosos
-ellos, los que ganaron-
Fue un acto silencioso,
porque un atisbo de lucidez
e inteligencia
les hizo comprender que,
para seguir matando,
ya sólo podían aniquilarse entre ellos.
2 Comments:
Quienes hablan de su propia derrota quizás nunca hayan sido derrotados.
Los únicos derrotados son quienes se callan y tratan de olvidar.
Dejemos a los tenidos por vencedores nuestra propia desquite en su mutuo aniquilamiento.
Abrazos
Hay ciertos momentos en los que se hace difícil aceptar la derrota, máxime cuando esa derrota también afectará a seres queridos, cuando será causa de dolor para muchos. Quizás el secreto radique en no perder las ganas de perseverar en lo que uno cree justo o anhela, en no decir "hasta aquí hemos llegado".
Un abrazo.
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